viernes, 23 de mayo de 2008

Capítulo II Pablo Antonio Murillo

Pablo es una persona de campo, viste botas pantaneras, un sombrero de ala ancha, una pañoleta roja que heredo de su padre, un saco café para que el frió no sea un problema, un machete para arrancar los hierbajos y poder realizar otro tipo de tareas a la hora de sembrar y tiene un perro que llama termópilas que lo acompaña a donde quiera que vaya.La casa de Pablo fue fabricada por él y su padre, utilizaron troncos de árboles que ellos mismos cortaron y aserraron para convertirlos en tablas y colocarlas una por una hasta hacer de ellas su hogar.El clima era igual al de su tierra de origen por eso se quedaron allí junto con su Padre, sin proponérselo fueron los primeros colonos de la región, con el paso del tiempo fueron llegando otras familias también huyendo de las luchas de godos y liberales que sólo desplazaban campesinos a sitios de más difícil acceso y trabajo.

Luis, su hijo nació allí, en esa tierra casi inexplorada en lo alto de la ciudad de Cali donde se oculta el sol, donde según decían algunos que desde arriba se divisaba el mar del pacífico, cosa bella que por los afanes de la vida nunca fueron a investigar y disfrutar. Fue allí donde PABLO ANTONIO MURILLO conoció a Magola una hermosa mujer campesina, laboriosa venida también de familias desplazadas.

Pablo, aún siendo un campesino iletrado era un hombre respetuoso de buenos modales trabajador hablaba poco pero con sabiduría por eso estaba extrañado de las inquietudes de su hijo Luís.

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