viernes, 22 de febrero de 2008

Sinopsis: La gente de ningun lugar



La historia comienza cuando pablo y su padre deben marcharse de su lugar de origen a Cali ya que se ven afectados por factores económicos y sociopolíticos. Llegan a Cali y se ven en la necesidad de desplazarse a las montañas en los farallones debido a la violencia.

Pablo crece y su padre muere, quedando solo, luego conoce a magola y se van a vivir juntos, de aquella unión nace Luís.

La situación empeora por la escasez de comida y Luís decide ir a la ciudad y unirse a un grupo armado que tiene una filosofía libertadora, pablo no le vuelve a ver dejándolo muy triste.

El grupo guerrillero empieza a sufrir algunos cambios haciendo que sus ideales libertadores ahora sean terroristas y comienzan a saquear a todos los pueblos incluyendo al que pertenece pablo y su esposa magola.

Luís es uno de los lideres del grupo subversivo y se lleva una gran sorpresa cuando llega a uno de los pueblos que vienen saqueando y ve a sus padres, a Luis le toca tomar una decisión extremadamente difícil ya que debe cumplir con su liderazgo y su buen nombre en su grupo subversivo pero por otro lado tiene a sus padres que le criaron y lo aman es entonces Luis el que da la orden de sacar a sus padres de allí pensando que es la mejor decisión y desterrarlos enviándolos a la gran ciudad, ya que las cosas en el campo se pondrían muy pesadas.

Las cosas en la ciudad no son muy fáciles, y mucho menos para dos personas como pablo y magola que no han vivido la modernidad. Debido a la vida en la calle magola enferma de pulmonía y se la fue llevando poco a poco, el rechazo de la sociedad crea en pablo un gran dolor, su autoestima desmejora y provoca un desmejora en su memoria y apenas puede valerse por si solo.

Pablo vaga solo por las calles con una carreta que el mismo fabrico, reúne materiales reciclables que luego canjea por algunos pesos, ya no recuerda las cosas que le sucedieron ni a quienes un día le quitaron todo.

Descripción del lugar donde habita pablo Antonio murillo y su familia.


Pablo es una persona de campo, viste botas pantaneras, un sombrero de ala ancha, una pañoleta roja que heredo de su padre, un saco cafe para que el frio no sea un problema, un machete para arrancar los hierbajos y poder realizar otro tipo de tareas a la hora de sembrar y tiene un perro que llama termopilas que lo acompaña donde quiera que valla.

La casa de pablo fue fabricada por el y su padre, utilizaron troncos de árboles que ellos mismos cortaron para luego convertirlos en tablas y colocarlas una por una hasta convertirla en su hogar.

Luego que otras personas empezaron a llegar a la zona empezaron a construirse mas casas y fueron poco a poco creando una especie de corregimiento. Con el desarrollo llegaron también los caballos que rápidamente se convirtieron en el medio de transporte de todos los habitantes de la zona.

Y como en todos los lugares, en una de las colinas de la zona estaba situada la caseta comunal que servia de epicentro a la hora de las reuniones entre amigos.

viernes, 8 de febrero de 2008

Conversación entre Pablo y su hijo Luis.


Luis: papá, yo me voy a la ciudad.
Pablo: a que mijo.
Luis: me voy a la ciudad, me quedo sonando lo del grupo revolucionario del que nos comento el emisario.
Pablo: ¡usted es que es bobo Luis! ¿Usted cree que yo se lo voy a permitir?
Luis: a mi no me va a pasar nada, lo único que quiero hacer es trabajar por la justicia, nosotros no tenemos por que vivir en las alejados de la ciudad como si no fuésemos de ninguna parte.
Pablo: ¿usted es que se volvió mal agradecido? Aquí vivimos tranquilos, no tendremos muchas comodidades pero nunca nos ha faltado la comida y el techo.
Luís: si papá pero yo quiero ser alguien importante, quiero estudiar y vivir en la ciudad.
Pablo: nosotros no nacimos para vivir en la ciudad, por allá no nos quieren. Además usted no tiene que meterse a esa guerrilla para ser alguien, ellos tienen armas y son peligrosos, lo que usted esta buscando es que lo maten ¿verdad?
Luis: como se le ocurre papá, lo que yo quiero es que las cosas cambien, nosotros no tenemos porque matarnos por unos cuantos centavos mientras otros se enriquecen a cuestas de lo que nosotros cultivamos el emisario me contó que los bultos de papa y allá en la ciudad los venden cuatro veces mas caro que lo que nosotros…
Pablo: mire Luis usted de aquí no se va, sepa que nosotros no cabemos en esos problemas, si usted se va, es sin mi consentimiento, su merced ya esta muy grande y sabe que es lo bueno y lo malo.
Luis: si papá (asiente)

La Gente de ningun lugar



Pablo Antonio murillo nació en Bucaramanga en 1930, fue concebido y criado por una familia campesina muy humilde que trabajaba la tierra. A finales de los años 30s después de la muerte de su madre emigraron al sur occidente colombiano en busca de mejores oportunidades llegando así a Cali, una ciudad que aunque era pequeña y estaba en un proceso de consolidación como ciudad prometía mucho ya que su clima, los habitantes y la movilidad eran aspectos que tenia a favor.

Cali tenia entonces grandes extensiones de tierra y el padre de pablo, Jacinto murillo, vio allí la oportunidad de poder empezar una nueva vida junto a su hijo. Empezaron entonces a sembrar cultivos de caña de azúcar ya que el suelo era el ideal porque proporcionaba los nutrientes necesarios.

Los cultivos de la familia murillo fueron creciendo al igual que la demanda, Jacinto estaba alcanzando su meta, dejar la pobreza que había precedido en su familia desde hacia cuatro generaciones atrás.

Los godos y los liberales se encontraban en ese momento en disputas, la oleada de violencia que se desencadenaba en algunos pueblos de Colombia se fue propagando rápidamente hacia los demás desacelerando los procesos de desarrollo que cada uno llevaba.

A Cali le llego la época de las vacas flacas, la economía se redujo debido a que miles de personas empezaron a llega en busca de lo que un día Jacinto allí encontró. Jacinto y Pablo se vieron obligados a dejar aquellas tierras y se dirigieron a un lugar donde pudieran vivir tranquilos trabajando la tierra solo para su sustento. Emprendieron pues hacia el occidente, cuesta arriba, caminando por lo que un día se llamarían los farallones de Cali.

Pasaron unos cuantos años, Pablo Antonio ya era todo un joven, trabajaba con su padre en la casa sembrando y distribuyendo sus productos a otras familias de la colonia que se había creado a los alrededores. El cambalache entre las familias era la base fundamental para el sustento, todos trabajaban por el bien común aunque la pobreza y la precariedad de algunos recursos era muy alta.
Pablo era un muchacho muy colaborador y era muy querido por su comunidad, vivió feliz con su familia por muchos años hasta que su padre empeoro para luego dejarle solo. Pablo se valió por si mismo y gracias a sus principios y valores pudo salir adelante.

Pablo nunca olvido las enseñanzas de su padre ni tampoco su relación con su madre basada en el respeto el amor y un poco de machismo, no todo es perfecto. Conoció pues a mogola, una campesina que le hacia tambalear las rodillas. Las soledad de Pablo lo llevo a encontrarse con Mogola dando como fruto la unión libre y con ella Luís murillo su primogénito.

Un día llego un emisario proveniente de la ciudad con panfletos que anunciaban la llegada de un grupo que libertaria a todas las personas del caos político de la época, aquel grupo tenia una ideología libertadora aunque violenta al proponer las armas como mecanismo de defensa.

Luís como todos los jóvenes era impulsivo y le pidió a Pablo que le dejase participar de aquella agrupación ya que el veía con esto una luz de esperanza, la posibilidad de terminar con la situación de su familia. Pablo se opuso rotundamente argumentando que gracias a Dios nunca les había faltado nada en medio de su pobreza, sin embargo Luís se marcho en la mañana a escondidas para la ciudad.

Pasaron varios días, meses y años, Luis jamás regreso. Los grupos ideológicos armados empezaron a cambiar de parecer y dichos ideales libertadores se convirtieron simplemente en delincuencia organizada, empezaron a secuestrar y a despojar a los campesinos de sus tierras y pertenencias, Pablo y su esposa se vieron afectados teniendo así que dejar su hogar y dirigirse nuevamente a la ciudad en busca de una ayuda del gobierno.

Al llegar a la ciudad trataron de dirigirse a las personas para que les orientaran pero no les prestaban atención, transitaban por su lado como si ellos fueran invisibles. Pablo y su esposa buscaron un lugar en la gran urbe para vivir, su hogar era entonces uno de los grandes puentes de la ciudad ya que les brindaba refugio y un poco de calor. La autoestima de Pablo desmejoró notablemente debido al constante rechazo y al hecho de tener que vivir en esas circunstancias después de haber tenido un techo y una vida en el campo.

La memoria de Pablo se nublo y ya no sabia de él, su esposa enfermó de una pulmonía que poco a poco se la fue llevando dejando en soledad a Pablo que escasamente se valía por si solo.

Ahora Pablo transita por las calles de Cali solitario, con una carretilla llena de papel reciclable, su botella de pegante y un montón de sueños rotos, sus años le impiden caminar bien erguido y su memoria como una hoja blanca olvidó a quienes un día le arrebataron todo.